Siempre cuando tenemos en la mente hacer algo nuevo, algo que nunca experimentamos, necesitamos una dosis extra de coraje.
Una de las mejores formas de conseguir esa motivación, es escuchando las historias de aquellos que ya se atrevieron a dar el paso.
Por eso Cami, mi amiga personal, gentilmente nos envió su historia, con el único objetivo de motivar a quienes aún no se sienten listos…
Siempre he sido aventurera y me encanta la idea de descubrir nuevos parajes y diferentes culturas. Por ello ya me encontraba viajando cuándo nació la idea de postular a la Working Holiday Visa a Canadá, y así poder embarcarme en un viaje más allá de los límites que había conocido y vivir la experiencia de descubrir el extremo norte de la gran América.
En un comienzo, mi postulación fue un tanto frustrante, pues quedé en lista de espera, pero luego de un par de meses, recibí la invitación a participar en el proceso de solicitud de la visa y, felizmente, en septiembre del 2014 logré conseguirla.
Ya con visa en mano, muchas cosas pasaron en mi vida, lo que demoró bastante mi viaje y, siendo a finales de Mayo 2015, aún no estaba lista para viajar, pero me enteré de que en Canadá existía el trabajo “Tree Planting” (Reforestación), sin dudarlo comencé a buscar información en Internet y averiguar todo lo que pude. Luego de investigar me di cuenta de que era el trabajo ideal para mí: una experiencia única de vivir en los bosques de Canadá, en campamentos, con más gente joven y plantar más de 1000 árboles diarios por persona. Un trabajo muy duro pero totalmente enriquecedor; así que comencé a enviar emails a todas las empresas que encontré, y para mi gran sorpresa, en los días siguientes me contestaron de una de ellas. Después de una entrevista me dijeron que si quería el puesto estaba disponible pero debía viajar lo antes posible ya que la temporada ya había comenzado, así que sin tener mucha opción para pensarlo, dejando todos mis miedos o inseguridades atrás, la semana siguiente estaba tomando mi vuelo hacia Canadá.
Definitivamente, la experiencia de llegar a adaptarte a una nueva cultura es un proceso reflexivo, interesante y maravilloso, de mucho crecimiento interior y grandes aprendizajes, tu perspectiva se abre y aprendes de la diversidad, pero también a ver que todos compartimos la esencia de ser humanos, además de descubrir lugares mágicos e inspiradores.
Viajar es una aventura que cambia tu vida. Haber tomado la decisión de participar en la Working Holiday ha sido increíble y ¡se la recomiendo a todos!
¡Motívense!
Camila kuljis