Welcome to Singapore! The local time is 10:00 am, the temperature is… Era la voz del piloto que me despertó. Era oficial! Por primera vez en mi vida, estaba sobre la línea del Ecuador y que mejor que en Singapur! Un país? Bueno, podría decir una ciudad futurista. Y nada mejor que esta destinación para empezar mi viaje por el Sureste Asiático: el cambio no era tan drástico ya que todos hablan inglés.

Pase casi dos horas para poder salir de ese monstruoso aeropuerto y así dirigirme al centro de la ciudad, donde me encontraría con Miguel, ese español que un año antes conocí en Auckland. Juntos emprenderíamos un viaje de casi dos meses…

Recorrimos durante 5 días esta moderna ciudad, que es una perfecta fusión entre cultura y desarrollo, mejor dicho de cultura oriental y capitalismo. Donde podrás encontrar barrios indios y chinos con colores y olores que volaron mi mente, y al mismo tiempo te podrán sacar un parte por comer chicle en la calle, o si botas el cigarro al suelo, tendrás que pagar tres veces el sueldo mínimo de Chile en multa!

Dejamos atrás la moderna Singapur y llegamos a Indonesia. Acá es donde nuevamente mis temores brotaron. El IDIOMA! El inglés ya no era un problema para mí, pero nunca tuve un diploma de indonesio, tailandés o camboyano, entonces estaba condenado al silencio! Súbitamente me acorde del libro de recetas de mi abuela:

Ingredientes para lengua universal:

• 25% Ingles atarzanado
• 25% Cara de mimo
• 50% Sonrisas
• Cocinar con mucha paciencia.

Voila! Todos mis miedos se fueron! Ahora podía comunicarme con todos y hacer lo que quisiera.

De Bali salimos casi arrancando. Es una isla caótica, llena de turismo comercial, lleno de lo que exactamente no fui a buscar. La Solución? Un bote dirección Gilis Island. El paraíso terrenal! (Bueno descubriría más tarde, que no solo existe un paraíso si no miles!). De gilis pasamos a Lombook, un reflejo de lo que era Bali 30 años atrás, simplemente perfecta! Agarras una moto y te vas por todos lados: hay volcanes, playas, curris de todos los colores. Fue un mes y medio de descubrimientos.

Y nos fuimos a Tailandia, la tierra soñada de playas y fiestas. Mmmm… Fiestas? estoy de acuerdo. Hay por montones y nada mal! Pero playas? se ve que el ministerio de turismo tailandés hace muy bien su trabajo. Están sobreexplotadas, sobrevaloradas y sin duda las encontraras mejores en los países vecinos. Fue un mes y medio donde recorrimos de Sur a Norte, con tres paradas que volaron mi mente:

TonSai: Una playa de no más de 300 metros de largo rodeada de acantilados. ESPECTACULAR! No haces más que escalar y bañarte todo el día.

Kho tao: La isla del Buceo. Me las di de buceador: me bautice, hice open wáter y para rematar advance. 10 días de intenso buceo y me fui a casa con carnet en mano!

El Norte: Lo asumo! Soy más de montaña. Te alejas considerablemente de la hordas de turistas que hay en las islas y te insertas en la Tailandia más humana, esa donde podrás hablar, comer, beber con los locales, esa donde te vas en scooter hacia las montañas y donde las abuelitas te paran para ofrecerte opio, esa donde pasas tu día en un mercado local, te haces un masaje y lo rematas con un buen curry y una Chang (la Cristal thai).

Llegó el momento de seguir mi viaje solo, Miguel se volvió a casa y yo preparaba mi mente y mi mochila para cruzar la temida frontera Tailandia-Camboya.

Llegue a Siem Reap después de una tarde completa en la frontera, por suerte al ser chileno, no es fácil que te hagan weon!! Pase invicto!

Solo tenía una cosa en mi mente desde varios meses, recorrer de Norte a Sur y de Este a Oeste: Angkor. Una región que antiguamente alojó varias capitales del imperio Jamer. Me tomó 3 días recorrerlo en bicicleta, me sentí un Indiana Jones!

Ya lleno de mi cuota arqueológica, dormí una noche en un bus y me desperté en Sihanoukville, una ciudad donde las fiestas y la mafia son los reyes. No lo pensé ni un segundo y tome un bote hacia una isla a 2 horas del continente. Llegue al segundo paraíso terrenal: Kho Rong. En mi vida vi algo así! Solo te digo que muchos de los reality show de supervivencia graban ahí sus programas, te haces una idea? Irreal!

No hay calles ni autos, solo playa, la villa local y yo! Bueno uno que otro turista también! Lo admito me deje seducir por esta isla y su gente, es que es inevitable! Me quede 3 semanas y solo me tuve que ir por que mi visa se terminó…

Mochila al hombro y junto al pelado, un argentino, de esos cancheros, bueno para el futbol y amigo de todos, que encontré en Kho Rong… Partimos a Vietnam!

Si alguien me hubiera dicho hace un par de años atrás, que estaría en Vietnam, no lo podría creer! Pero acá estoy, mirando esa bandera roja con el martillo, símbolo de la Vietnam comunista y al mismo tiempo del otro lado de la calle, un McDonald de 2 pisos!

Un país que sufrió mucho y que aún se puede ver la división de su pueblo y su territorio a causa de la política. Un país donde su gente te para en la calle para practicar su inglés, donde te invitan a beber una cerveza con sus amigos, no por nada, en cierto modo, me recordó mi Chile querido.

Entre buses y moto recorrimos los 2700 km hasta llegar a sus montañas, casi en el borde con China, llenas de campos de arroz y ropa North Face falsificada. Ajaja Me Encanto!

Hice mi última parada en Malasia, en su capital Kuala Lumpur, para disfrutar de su mix cultural, para ver las torres Petronas, ese símbolo de desarrollo en la región…

Ya habían pasado casi 6 meses desde que deje Nueva Zelanda, y aún quedaban muchos países por recorrer, muchos lugares por descubrir…

Pero algo no me dejaba tranquilo. Era mi cabeza, que ya estaba en otro lugar y no podía dejar de pensar en eso, mi Working Holiday Visa Australia. Pero antes emprender esa nueva aventura. Por fin, después de más de un año y medio, volvería a Chile!… Para el mundial de futbol! ajaja